El Aprendizaje de un País: Lección 3


RETOMANDO EL PRECIO JUSTO

En los últimos años todos hemos vivido, en algún momento, la experiencia de sentirnos estafados por las acciones de otras personas que, tal vez sin darse cuenta, muestran su rostro más miserable e inhumano en momentos puntuales donde su ganancia está muy por encima de las necesidades que tenga el otro. ¿Es positiva esta práctica para el crecimiento de un país?

SUMANDO A LA INFLACIÓN

En el mercado de la oferta y la demanda, es normal que las personas ganen un porcentaje por lo que ofrecen. Sin embargo, cuando una persona le suma un sobreprecio de más del 100% al producto o servicio que brinda, argumentando que “donde vive hay una inflación muy alta”, simplemente está incrementando con su acción, la inflación de ese país.

Tal vez le suena exagerado porque piensa en función de una persona, pero… ¿Qué ocurre si son muchas? Digamos una cifra al azar: TRES MILLONES DE PERSONAS que diariamente hacen eso. ¿Cree usted que esa acción no causaría impacto en la economía?

LA MALA PRAXIS

Eso es como cuando alguien llega, muy temprano –entre 5:00 y 5:30 de la madrugada- para ser el primero en verse con un médico o para hacer una gestión en un registro, cuando ambos comienzan a trabajar a las 9:00 de la mañana. Esa acción termina originando que cada vez más y más personas lleguen a horarios absurdos (como estar desde el día anterior) para salir de primeros.

Hay que entender que el mercado se hace de personas y quien vende en ese nivel de sobreprecio lleva a los otros comerciantes a incrementar sus costos,  formando una cadena, haciendo cuesta arriba los esfuerzos del ciudadano común para rendir su dinero.

LA VIVEZA CRIOLLA

Hace poco un familiar tuvo que realizarse una operación. Su médico tratante me comentó que, por la inflación que vive mi país y lo dolarizada de su economía, la operación era muy costosa (así la definió).

También, en días pasados estuve conversando con una persona que necesitaba cambiar unos dólares a través de un sistema electrónico para comprar alimentos para su familia (en el momento que escribo esto, el costo de los alimentos en mi país sufre un sobreprecio exorbitante). Me comentó que estaba indignado puesto que, por tratarse de un dinero que no era físico, aún cuando tiene tanto valor en las transacciones comerciales como el papel moneda, quienes lo compraban pretendían pagar 400 y hasta 500 dólares menos que lo que marcaba el mercado. 

Esa información me pegó en el alma puesto que la operación de mi familiar, que fue definida como “muy costosa”, tuvo un costó irrisorio al lado del monto que le estaban descontando a mi amigo. Y lo peor era, según me comentaba, que todos con quienes había conversado le decían “Es así. El pago en electrónico es menor que en efectivo”. Hasta el momento, no he encontrado ningún argumento económico coherente que avale esa acción que no sea el subtitulo de este bloque de texto.

SOY LO QUE CRITICO

Muchas personas hablan de la corrupción. Son críticos incisivos de los gobiernos que administran, de manera poco operativa, los recursos del Estado. Si bien es factible que la administración pública no esté haciendo el trabajo de la manera correcta, hablan de ellos como que son los únicos responsables de los procesos inflacionarios de un país, sin verse en el espejo.

Un país en el cual no exista una industria productiva capaz de generar los recursos para cubrir las necesidades de sus ciudadanos o donde no se ejerza un rol efectivo en la administración de los recursos monetarios que tienen los gobiernos a su disposición, para nombrar tan solo dos ejemplos que pueden generar una inflación, lo que hagan sus ciudadanos en el mercado también tiene su impacto en la economía.

Cuando las personas asumen “el habito” de incrementar sus ganancias en cifras que superan el 100% del costo real del producto o servicio, sencillamente se convierten en lo que tanto critican al sumarle a la inflación el costo de su ambición personal.

CONSTRUYENDO UN PAÍS

Existe una manera de dejar de vivir con “la soga al cuello” a causa de las deudas acumuladas por el efecto inflacionario que la economía tiene en la vida de sus ciudadanos. Se trata de detener esa carrera de alza en los costos exorbitantes de los productos y servicios.

Tal vez esto suene imposible pero no lo es, puesto que depende de los ciudadanos, de aquel que vende el producto a otros ciudadanos. Se trata de aplicar la honestidad, de entender el impacto negativo que mis acciones hacen en el otro, de asumir la responsabilidad de las decisiones que se toman en lugar de “culpar a otros”. Se trata de convertirse en un ciudadano de primera para honrar al país que lo cobija.

Nadie quiere pasar necesidades y menos ver a sus seres queridos padecer carencias y dificultades. Si como ciudadano desea vivir en un país próspero, con abundancia, en el cual tanto usted como los suyos puedan crecer y desarrollarse en un entorno sano, es imperioso que cambie los nocivos esquemas que haya podido tener hasta este momento con respecto a los negocios.

Hay una frase que dice “tus acciones construyen un país”. Es hora de asumir la responsabilidad personal y levantar al país para hacerlo grande para el beneficio de todas las generaciones venideras.
@trabajandocondios

Comentarios

  1. Muy de acuerdo con tus planteamientos porq lo sufrimos de una manera u otra ,si debemos cambiar empezando por nosotros mismos , para poder reconstruir al país en valores y no ser depredadores .

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    1. Hola, es así. El cambio requiere iniciarse por nosotros mismos. Ahora más que nunca se abre la oportunidad de hacerlo. Para construir juntos esa Venezuela hermosa donde todos queremos vivir. Si se puede. Dios con nosotros. Gracias por tus palabras!!

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  2. Totalmente de acuerdo , ya acá todo esta fuera de control , el sólo costo de un papel sanitario es absurdo , ahora un kilo de cebolla o zanahoria cuesta mas que un kilo de carne , y es difícil adquirir tratamientos médicos sobre todo antibióticos, esperó esto sirva para reflexión y acabe esta inflación y especulación. Muy buen artículo. Gracias.

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    1. Hola! Como venezolana, me sumo a tus palabras "esperó esto sirva para reflexión y acabe esta inflación y especulación". Creo que si se puede puesto que depende de cada uno de nosotros. Eso lo hace posible!! Muchas gracias por brindar tu opinión. Es muy valiosa!!

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